No me pidas más de lo que puedo dar, cada uno tiene su mayor anhelo, no le quites alas a la libertad, porque ya ha empezado a levantar el vuelo. No me pidas más de lo que puedo dar, tengo a mano la alegría y la tristeza, me acompañan y me ayudan a cantar, por eso las dos se sientan en mi mesa. Yo no puedo ser perfecto, tengo miles de defectos, tengo lágrimas y tengo corazón, si me pides que mejore, mis fracasos mis errores, dame tiempo para ver si puedo andar. Y yo te seguiré, donde vayas tú, y me quedará a tu lado. No me pidas más de lo que puedo dar, yo soy lo que ves, no soy más que vida que ha escogido a mi cuerpo para descansar, y seguirá camino alguno de estos díás. Yo prefiero darme tal y como soy con todas mis dudas y contradicciones, yo no quiero fabricar una mentira, para reternerte, para estar contigo. Sólo una cosa te voy a pedir, no le hagas caso a mi melancolía, algunos diás es más fácil sonreir, pero este no es uno de aquellos días.
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